jueves, 25 de febrero de 2016

Tu fortaleza



No soy tu mami, pero qué difícil es verte sufrir mi pequeña Leilani, hace poco fue de los momentos más duros no solo para mí, para toda tu familia, pero en especial para tu mami; te llevaron a vacunar, no fueron las primeras vacunas, sin embargo, te hicieron sufrir desde que te las aplicaron, te lastimaron las piernitas y según me dicen tu lo mirabas como pensando por qué te hacía daño, pero te dejaste; luego te dieron un baño, hacía mucho calor, disfrutaste mucho, como siempre, te encanta estar en la tina con agua. El problema vino al pasar las horas, cuando llegue del trabajo estabas con temperatura, y aun así sonreías cuando te hablaba, pero te pusiste cada vez peor, y me partía el alma no poder quitarte el malestar, te amo nenita, haría lo que fuera para que no sufrieras, y te admiro pequeñita porque a pesar de sentirte tan mal, tenías muy buen humor, trataste de jugar conmigo, reías cuando hacía algo para entretenerte, desparramada entre mis brazos, tan linda y con tus ojitos rojos y tu rostro que denotaba la fiebre que tenías; te metimos a la tina para bajarte la temperatura y tu temblabas, suspirabas y hacías ruiditos por el frío que sentías aunque el agua no estaba fría, y con todo, jugabas con tus pies en el agua, mojaste todo el piso, nos aventabas agua y querías abrazarte mientras lo hacías pues tenías mucho frío, jugaba contigo y te cantaba y tu reías mientras temblabas, eres muy dulce y muy fuerte mi pequeña oruguita.

Resistir el impulso de llorar por verte así fue casi imposible, con el baño logramos bajarla pero no duró, y te sentías muy mal, se notaba en tu carita, tu cuerpo helado y tu cara ardiendo, tu mami no pudo más y lloro, será muy duro para ella cada momento que debas atravesar en tu vida que no sea fácil, cuando enfermes, cuando llores, seguro llorará contigo, y está bien, estoy segura que eso será de mucho valor para ti, en lugar de recibir un regaño, ella es fuerte, pero su amor por ti es inmenso, ahora entiende a su propia madre, el dolor que tuvo que soportar cuando tu mamí estuvo grave, en cada ocasión, tener que mostrarse fuerte, pues estaba sola, llorar quizá a solas para que nosotros estuviéramos tranquilos, ser padre es muy difícil pero estoy segura que muy gratificador, el amor que le has hecho sentir a tu madre no tiene igual, y ahora tu mami y tu abue están unidas por un lazo aun más fuerte que el que tenían, porque ambas son madres, se entienden.

Pequeñita, cuando leas esto serás mayor, y la razón de este escrito es mostrarte la fortaleza que tienes, que sonríes a pesar de lo que estés padeciendo, te aseguro que cual quiera que sea la situación, por difícil que sea, por imposible que parezca tu tienes la capacidad de salir adelante, de vencer cualquier obstáculo pero sobre todo que no estás sola, nunca lo estarás mi pequeñita.